CEMEFI entrega a Compañía Minera Cuzcatlán Distintivo como Empresa Socialmente Responsable

San José del Progreso, Oaxaca.- Durante el XVII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables, Compañía Minera Cuzcatlán (CMC) recibió el Distintivo ESR por su compromiso social además de aplicar medidas que contribuyen en la calidad de vida de las personas y el medio ambiente de las comunidades donde opera.

El distintivo ESR que el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) otorga a las empresas y organizaciones que alcanzan elevados estándares de responsabilidad social fue recibido por el director País de CMC, Luiz Camargo, durante una ceremonia realizada en el World Trade Center de la Ciudad de México.

Al recibir la presea, Luiz Camargo comentó que el distintivo es el resultado del esfuerzo y trabajo colaborativo conjunto que realizan las y los colaboradores de Compañía Minera Cuzcatlán y destacó que los principales diferenciadores de Compañía Minera Cuzcatlán “son los valores compartidos que hemos acuñado y el compromiso para que estos guíen nuestras acciones”.

Acompañado de la directora de Relaciones Institucionales y Comunicación de CMC, Doris Vega, además del Gerente de Relaciones Comunitarias, Arturo Egremy y Victoria Gutiérrez Ornelas; Luiz Camargo dijo que el distintivo reconoce a CMC por emprender acciones de responsabilidad social, empresarial, gobernanza y sostenibilidad que impactan positivamente en las comunidades cercanas a San José del Progreso, Oaxaca, donde se ubica la unidad minera de CMC.

El distinguido galardón que reconoce públicamente a las empresas que han adoptado, de manera voluntaria, el compromiso de integrar a su estrategia de negocio una visión sostenible a través de la responsabilidad social frente a sus grupos de interés, se entrega con base en una metodología donde participan más de 100 consultores expertos en distintos temas relacionados con la Responsabilidad Social Empresarial, a fin de garantizar que los indicadores del instrumento de medición del Distintivo estén alineados a los criterios ASG (medio ambiente, social y gobernanza).

El distintivo ESR es un proceso sistémico para medir y comparar el nivel de desarrollo de las buenas prácticas de responsabilidad social de las empresas y su objetivo principal está enfocado a fomentar las buenas prácticas en la producción, distribución y mantenimiento de la organización en la comunidad en la que opera.

Tiene como referencia la legislación nacional y la normativa internacional y contempla la revisión de evidencias para comprobar el grado de cumplimiento de la responsabilidad social y la sostenibilidad de las empresas.


De oro, plata y otros materiales valiosos; los tesoros de Monte Albán

El oro y la plata han sido considerados como minerales de gran valor desde épocas ancestrales. Una prueba de ello son los más de 230 objetos encontrados en la Tumba 7 del bello sitio arqueológico oaxaqueño Monte Albán, elaborados con oro, plata, cristal de roca, jade, turquesa, concha, caracoles, obsidiana, azabache, ámbar y perlas, entre otros. Hoy en día, estos minerales son esenciales para la elaboración de tecnología, herramientas y enseres que utilizamos diariamente.

El majestuoso tesoro fue descubierto por el arqueólogo Alfonso Caso en 1932. Las piezas fueron restauradas por expertos de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural y actualmente se exhiben en la sala III, conocida como Tumba 7 o “El lugar de los ancestros, Ta'ta ñuu ana'a”, del Museo de las Culturas de Oaxaca, Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán.

Las piezas, según expertos, datan de la unión entre “el señor 5 Flor, de la dinastía de Zaachila y la señora 4 Conejo ‘Quetzal', princesa del reino mixteco de Teozacualco”, entre los años 1200 y 1400.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la princesa usó la Tumba 7 como un santuario para depositar los tnani, unos envoltorios de manta donde se agrupaban las reliquias de los ancestros con efigies de deidades y objetos de gran valor, distintivos del linaje de los mixtecos.

La Tumba 7 fue originalmente erigida por los zapotecos y reutilizada más de mil años después por los mixtecos como un santuario subterráneo para el culto a los antepasados, convirtiéndose en un lugar sagrado de entrada al inframundo.

La historia de la tumba 7 y del tesoro de Monte Albán comprueban que nuestros ancestros ya reconocían la importancia y valor de minerales preciosos como el oro y la plata para joyería y figuras de deidades que ahora se extraen de la mina San José. Pero, a diferencia de la antigüedad, estos actualmente también sirven para elaborar dispositivos electrónicos como computadoras y teléfonos celulares, equipo para el desarrollo de energía renovable y hasta medicamentos, entre otros.